50 Errores de un Emprendedor. 19.-“No Saber poner Precio a tu Trabajo”. Parte II.

 

Hay que saber poner precio a tú Trabajo. (II).

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50 errores de un emprendedor: 19.-No saber poner precio a nuestro trabajo. Parte I

La fijación del precio adecuado a nuestro trabajo es una de las partes más difíciles que tiene que lidiar un emprendedor.

¿Cuánto vale nuestro trabajo?

Esta es una de las preguntas que un emprendedor se suele hacer sobre todo al principio de su actividad.

Es una pregunta que puede torturarnos, debido a que está mal formulada.

La pregunta que tendríamos que hacernos es:

¿Cuánto nos cuesta un trabajo y cuál es el valor que le otorga mi cliente en ese momento determinado?

Las tres CCC.

Para ello tendremos que tener presente la fórmula de las tres C: “CCC”:

  • Poder Calcular los Costes.
  • Saber Calcular el Valor percibido.
  • y Calcular otras Variables.

Es decir, lo primero que tendremos que hacer antes de calcular el precio (Poner Precio) es fijarnos “cuanto queremos ganar al año” (que sea un objetivo realista, debemos de saber Poner Precio) y después “cuánto queremos trabajar durante el año” (si trabajaremos todos los fines de semana o no, si tendremos vacaciones y puentes o no…).

Si dividimos los euros que queremos ganar al año (p. ej 40.000 euros/año) entre las horas que queremos trabajar, el resultado es aproximadamente lo que tenemos que pedir mínimamente por hora de trabajo.

(8 horas al día durante 5 días de la semana son 40 horas por semana. Si lo multiplicamos por 50 semanas del año, pues habrá que tener en cuenta días de vacaciones, puentes, bajas por enfermedad, asuntos propios…, nos dan 2.000 horas al año.

Qué pedir por hora de nuestro trabajo.

Por tanto y, para este ejemplo 40.000 euros año/ 2000 horas al año de trabajo = 20 euros la hora (aproximadamente).

Esta cantidad, en principio es la que deberíamos pedir por hora de trabajo).

Hay que tener presente también a la hora de hacer este cálculo el añadir un porcentaje superior, debido a que en el trabajo siempre hay un número de horas que no son productivas.

Son las horas que dedicamos a preparar trabajos o proyectos que nunca llegan a salir, tiempo que dedicamos a hablar con posibles clientes que luego no llegan a serlo.

En el ejemplo a  la cantidad de 20 euros, le incrementaremos un 30%  por esas horas “no productivas” y el resultado sería 6 euros.
Partimos pues de 26 euros la hora como mínimo. Por debajo de esta cantidad inicial no es rentable realizar ningún trabajo para el ejemplo planteado.

Cosas a tener en cuenta.

Además tendremos en cuenta:

  •       Calcular los Costes: Lo primero e imprescindible, es calcular cuánto le cuesta a Usted o a la empresa que tenemos en términos económicos y temporales la realización del trabajo. Sin esto no podremos presupuestar.  De esta manera podremos multiplicar el número de horas que estimamos nos llevará ofrecer ese trabajo, producto o servicio por su tarifa por horas y sumarle los daños por “costes económicos”. En el ejemplo que estamos realizando añadiremos 10 euros de coste económico por hora de trabajo. Por tanto 26 euros + 10 euros de Coste Económico = 36 euros por hora de trabajo (como mínimo).
  •       Calcular el Valor Percibido. Es saber qué valor le otorga su cliente o su trabajo y por tanto cuanto está dispuesto a pagar por él. Hay que meterse en la cabeza una Idea: “El cliente no paga el servicio o producto en función de lo que a usted le haya costado producirlo, pagan por el beneficio que obtienen de ese bien o servicio”. Este “Valor Percibido” es difícil de cuantificar.
  •      Calcular Otras Variables. Antes de dar un precio definitivo, tenemos que analizar a la “competencia”. Tenemos también que pensar en aquellos otros trabajos que podemos realizar  pero que en principio no nos reportan rentabilidad económica, pero que a lo mejor tendremos que valorarlos no como una inversión sino más bien para generar futuras relaciones comerciales. Otras variables son los posibles “imprevistos” que siempre aparecerán y que deberemos incluir en el presupuesto. Y también tendremos que ver la “capacidad económica del cliente”.

Precio aproximado.

Una recomendación para terminar. Si tiene que dar un precio aproximado de palabra, de siempre un precio ligeramente superior al que usted calcula que va a ser.

De esta manera, cuando haya calculado el precio real éste será ligeramente inferior a la aproximación que realizó.

(De Legalis Consultores, sobre textos de Sergio Fernández López).

 

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